Cuando la naturaleza conspira contra la paz: entrevista con Carlos Garrido Chalén

El prestigioso poeta, escritor y abogado peruano, Carlos Garrido Chalén ha sido el invitado de honor de la III Feria Internacional del Libro Eugenio María De Hostos de Mayagüez. Su presencia en el convite literario suponía, como no podía ser de otra manera, escuchar la lectura de su ensayo: Si esta es la paz, devuélvannos la guerra, un revolucionario alegato a favor de la paz verdadera, en el que no deja a títere con cabeza.

Garrido Chalén ha sido ganador del prestigioso premio de poesía Andrés Bello de Venezuela y declarado Patrimonio Cultural Vivo de la Nación por el Instituto Nacional de Cultura de Perú. En varias ocasiones, y por la calidad de su trabajo poético y literario, ha sido postulado por muy reputadas organizaciones culturales de Latinoamérica al Premio Miguel de Cervantes de España, en 2011 y 2013, y por la Universidad Nacional de Trujillo al Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2012. El también presidente de la Unión Hispanomundial de Escritores ha sido propuesto, por dos profesores puertorriqueños al Premio Nóbel de la Paz 2014. El poeta, periodista y abogado charló brevemente con mayaguezsabeamango.com en la antesala de su presentación.

A vuelo de pájaro, ¿en qué consiste el ensayo?

Carlos Garrido ChalénCarlos Garrido ChalénSe basa en un ensayo mío que se titula: Si esta es la paz, devuélvannos la guerra, en el que yo digo que la paz no es que sea la antítesis de la guerra. O sea, si no hay guerra no es que va a haber paz. Si la paz no está ligada a la justicia social, que de nada vale que haya paz, entre comillas, en un pueblo, si ese pueblo no puede satisfacer las condiciones elementales (de la gente). Si la gente no puede llevarse un pedazo de pan, un vaso de agua a la boca, si no tiene justicia. Sin la justicia no puede haber paz. La justicia es el engranaje para que la paz se conjeture, sino la paz es un robo sin nada adentro. Es un eufemismo. Digo también que los grandes enemigos de la paz son los pacifistas, que han hecho del pacifismo una especie de profesión. (Los pacifistas) pregonan la paz para poder sobrevivir en un espacio político determinado, luego van a su casa, se olvidan de la paz y cometen las violencias más insólitas.

¿Debe existir o existe entre los escritores un compromiso verdadero con la búsqueda y la perpetración de la paz?

La poesía, que es lo que yo cultivo, la primera aspiración de la poesía es la belleza, pero eso no quiere decir que el poeta deba evadir su realidad histórica, su circunstancia histórica. Mientras más compromiso tenga y se identifique con su pueblo, con la sociedad agregará un plus a su quehacer como poeta, como escritor, pero fundamentalmente, su razón de ser ante todo, debe aspirar a la belleza. La poesía debe impresionar, que cuando uno lo lea uno diga: ¡uf que bonito! Ante todo eso debe ser el objetivo principal de la poesía.

La paz como concepto e ideal en este mundo tan globalizado, tan lleno de guerra y tan lleno de pacifistas como usted afirma, ¿ha perdido vigencia o la sigue teniendo?

Hay un conflicto verdadero que es que la propia naturaleza conspira contra la paz, porque los propios conflictos sociales y políticos y los propios seres humanos por naturaleza se empeñan en convertir la paz en una cosa muy lejana. No se trata de que cuando haya un terremoto, no hay guerra, pero la paz bueno, se ve amenazada. Yo creo que la paz no es un proceso chiquitito que podemos usar como nos dé la gana, sino que hay una serie de componentes que hay que configurar para lograrla, sino, no nos sirve para nada.

¿Cuál ha sido la reacción general de esta ponencia en los lugares donde la ha presentado?

Ha gustado porque también yo digo que el gran enemigo de la paz es la corrupción, es la religión, cada uno alega lo suyo y mira al otro con desdén y con desprecio, y al final se desfiguran los conceptos y la parte espiritual de la religión y la misma política. O sea, que estamos constituidos por una serie de elementos configurativos en contra de la paz, pero todos esos elementos que hablan en contra de la paz, hablan de la paz como su principal objetivo. Hay una especie de contradicción por la cual tenemos que desenmascararlos porque somos o no somos. O somos pacifistas hipócritas o somos pacifistas que verdaderamente creemos que la paz no puede avanzar sino incluye el componente de la justicia.

De su experiencia en la III Feria Internacional del Libro Eugenio María de Hostos, el también candidato al Premio Nóbel de la Paz, dijo que había sido “maravillosa”. “Ustedes (los boricuas) son muy generosos, eso se ve poco. Yo viajo mucho y lo puedo decir, estoy enamorado de Puerto Rico y de Mayagüez”.