Testimonio del Terremoto de San Fermín, 11 de octubre de 1918

Terremoto de San Fermín, 11 de octubre de 1918El 11 de octubre de 1918 a las diez y 14 minutos de la mañana comenzó en Mayagüez un terremoto de 7.5 en la escala Rossi-Forel utilizada en ese tiempo, que destruyó 700 casas de mampostería, más de mil casas de madera y en el que perdieron la vida unas 116 personas.

El seísmo, conocido también como el terremoto de San Fermín o el terremoto de Puerto Rico de 1918, sacudió la costa de Mayagüez, el municipio de Aguadilla y originó un tsunami con olas de aproximadamente cinco pies de alto. El terremoto es recordado como uno de los mayores desastres naturales que han afectado la isla. Las pérdidas económicas relacionadas con el desastre se estimaron en cuatro millones de dólares en daños a la propiedad.

Hoy publicamos una carta escrita, días después del terremoto de San Fermín, por Asia, prima del padre de una lectora, llamado Erasmo Seda en el año del 1918. En ella Asia narra parte de lo sucedido cuando el terremoto de ese año destruyó parte de Mayagüez.

Terremoto de San Fermín, 11 de octubre de 1918Esta carta, según Nidia Nadina Seda, quien la ha hecho pública, fue escrita a su padre cuando se fue de emigrante a trabajar al estado de Georgia durante la primera guerra mundial. “Esta carta yo la transcribí para beneficio de toda nuestra familia y porque la considero un documento histórico”, dice Nidia en su mensaje.

Según aclara, cuando Asia habla de vapor, se refiere al barco donde viajaron sus parientes a los Estados Unidos. Los signos de interrogación indican que el texto era ilegible. Por razones obvias, hemos respetado el texto que no ha sido editado.

Mayagüez, Puerto Rico

Noviembre 1 de 1918.

Queridísimo primo y hermano Erasmo:

No te imaginas cual fue la inmensa alegría que experimentamos al recibir tu carta y la de Mon. Ayer miércoles a las seis de la tarde hora de comida, y nadie quedó en la mesa; pues era nuestro anhelo saber de ustedes, mucho más habiendo pasado esto de los temblores de tierra, que nosotros creíamos los habías sentido en el mar, pues tu te embarcaste miércoles y el primer temblor fuerte fue el viernes.

Esto si fuéramos a contarte detenidamente sería demasiado; pero por lo pronto podemos decirte que da pena ver a Mayagüez y por el estilo quedó Aguadilla, Añasco y Aguada, pues esto cogió mas hacia el oeste. Dícese que no ha quedado Iglesia Católica en la isla que no quedó dañada, creo la de Cabo Rojo fue una que no le pasó nada. Ahí se sintió fuerte como en todas partes, pero casas destrozadas más fue aquí y Aguadilla. En Aguadilla lo más malo que tuvieron que como el pueblo es llano al salirse el mar se llevó muchas casas y gente. Como verás en la carta de Mon, pídesela para que la veas, aquí pasó lo mismo.

Si hubieras visto gente de esa playa como subía para acá buscando albergue. Los ricos de aquellas bonitas casas han dormido hasta en los balcones y en los autos en la calle. La tienda de José Feliciano se desbarató, pero pudo a los muchos días sacar sus provisiones.

Ya los hemos venido sintiendo pasitos por días (los temblores). Figúrate, hoy 1ro. de noviembre desde el 11 de octubre sintiéndose. Hubo otro fuertísimo el 24 por la noche y los demás son a Dios gracias mas pasitos.

En una noche que nosotros nos amanecimos contamos como 7 y había días de cada rato uno. Ya a Dios gracias se sienten poco. Ruega a Dios todo terminen por completo y nada suceda. (Que así sea).

Mira Erasmo, supimos de Pepa, ella nos escribió una cartita. Fue ya después de ustedes haber salido. No hemos podido mandarle el baúl, por no encontrar con quien.

En la Tuna todos estarán buenos, solo asustados con los temblores. Compadre Toto se puso lo mas nervioso pensando en ti. Ahora se contentará con saber que has escrito. ¿Tu escribiste a ellos? Nosotros pedimos a Dios te de salud como a Mon y todos para que puedan trabajar y venir pronto a esta. Cuídate mucho. Lo mismo Mon. Ya se supondrán la falta que nos hacen. Ya saben, no dejen de escribirnos como puedan para saber de ustedes.

Aquí ya se inscribieron los de 18 a 45. Ahora se dijo ayer, que hay casos en el campamento de esa epidemia que nos tiene asustados (la influenza española) que creo en los otros estados esta haciendo estragos. Solo confiamos en Dios que termine y devuelva la tranquilidad a esta isla que se encuentra abatida.

Mira Erasmo, esto daba terror la noche del terremoto fuerte como se cayeron los postes de mampostería. No hubo luz por dos o tres días y el mar en reboso, que daba terror. Nosotros pensamos dos o tres veces coger para Cabo Rojo, pero por no dejar a Salva solo no nos fuimos.

Las escuelas se paralizaron las clases hasta hoy que en la Grammar estan dando clase a los niños que quieran ir. Rusber se dañó, pues se agrietó. Los Colegios de Agricultura se quemó uno debido a los muchos componentes que había allí.

Desde ese día no hemos tenido servicios en la Iglesia, pues la pusieron de hospital. En la playa una escuela mató la maestra y dos o tres niños. Muertos hubo mas en la Habanera porque se les hizo difícil salir. Todavía a los tres días estaban sacando muertos de los escombros.

La policía, el capitán y otros edificios públicos han venido a oficiar en casas de campaña que prestó el campamento, el coronel Shanton, y las hicieron (las casas de campaña), en la sabana de Cristy. La corte estuvo unos días en uno de los cuartos de la casa que tenemos al frente de Don Eduardo. El Correo en pequeños bohíos.

Los curas ese día se unieron a los protestantes en nuestra Iglesia con las Sisters y Cruz Roja para auxiliar a los heridos. Los carros de ambulancia del campamento los prestó el campamento.

Terremoto de San Fermín, 11 de octubre de 1918 El mar se salió, llegó hasta mas arriba de la (¿?) y se llevó un pedazo de ella. Ahora, en el centro del pueblo no quedaron tiendas. El Seminario se cayó y solo estropeó a Rovira.

Esta carta ni la entenderás pues por aprovechar el Vapor que sale, les escribimos a escape para que sepan de nosotros.

Erasmo, ¿te acuerdas de mi? Esto te lo dice Pupy. Yo me recuerdo mucho de ti y no olvido los ratitos de changuerías después de almuerzo. Ya se decir mamá. Cuando tu vengas y tío Mon, ya espero en Dios sepa caminar pues ya me echan al suelo. Tengo unas chanclitas que me parezco una viejita con ellas.

¿Tu siempre te recuerdas del four strok que me pitabas?

Mira Erasmo, cuídate mucho. Si tienen catarro no hagan desarreglos. Ayer fue aquí la mar de carreras cuando llegó Don Maximino con el paquete de cartas para todos estos vecinos.

Hoy salió Rosa Cuebas para apuntarse, ya que están apuntando mujeres y Juanita quiere irse.

Mira dime si se han adelgazado. Nosotros estamos buenos a Dios Gracias. Dinos si ahí va Vapor directo para así ver si podemos mandarle cualquier cosita.

¿Ustedes leen la Biblia? Tu como Mon asistan si ahí hay Iglesia, aunque me dicen están en el campo.

¿Que distancia tienen del pueblo?

¿Tu lavas Erasmo, y Mon? ¡Que buen lavado harán ustedes!

Escríbenos extenso. En fin terminamos esta. Mil recuerdos de Juanita, Lalo y Justo. Y de nuestra parte recibe muchos abrazos de quienes no los olvidan, tus primos verdaderos Salvador y Asia y tu tía Manuela. Besitos de Panchita. Adiós.

Delen recuerdos de nuestra parte a Fermín, Chago, Carmelo y Luis Bairón. La mamá de este corrió para la Tuna el día del temblor y por allá está todavía en casa de Martín Matos. Hoy nos dio Llella una postal de Chago el de Don Tomás. Dale las gracias en nuestro nombre y muchos recuerdos.

Cuidense mucho mutuamente. Ustedes si algo sienten avísenlo en seguida. Pronto Dios mediante les escribimos.

Asia