Comer un mangó al día podría ayudar a prevenir cáncer de mama y colon

MangoesEl los últimos diez años el consumo de mangó puede haberse cuadruplicado luego que científicos de la Universidad A & M de Texas demostraran que el mangó no solo es efectivo en la prevención de cáncer de seno y colon sino que ha logrado destruir células cancerosas en casos donde la condición ha sido diagnosticada.

La Universidad A&M de Texas es la primera universidad pública del estado creada en el año 1862 tras la aprobación de la Ley Morrill, que proveyó los terrenos públicos para el establecimiento de la Universidad dedicada al estudio científico, la agricultura y las artes mecánicas. Hoy día se le considera una de los principales centros de investigación de esa nación.

El grupo de investigadores que participó en el estudio examinó las cinco variedades de la deliciosa fruta -originaria de la India y que se encuentra en abundancia en las Islas del Caribe, incluyendo a Puerto Rico- entre ellos: Kent, Francine, Ataulfo, Tommy / Atkins y Haden.

La investigación, pagada por la Junta Nacional del Mangó, una entidad estadounidense auspiciada por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos, y conducido por los científicos Suzanne y Steve Talcott, incluyó un análisis in vitro del impacto del mangó en siete diferentes tipos de células de cáncer del colon, de mama, de pulmón, contra la leucemia y contra cáncer de próstata.

MangoesSegún el ingeniero guatemalteco Olaf Rasch, los efectos más importantes se observaron en las células malignas del colon y el seno que sufrían muerte celular.

El estudio encontró que los polifenoles del mangó, que también se encuentran en las semillas de las uvas, en el vino tinto y el té, permiten que tanto las moléculas pequeñas, que son de fácil absorción durante la digestión, como las grandes que sin ser absorbidas lleguen intactas al colon, donde se exponen a la mutación maligna. Los polifenoles son sustancias naturales que se encuentran en las plantas y se asocian con una variedad de compuestos que promueven la buena salud.

Rasch añade que en el futuro cercano se realizaran ensayos clínicos en personas con alto riesgo de cáncer de colon, a los que se les alimentará con mangó regularmente para evaluar su evolución clínica.

El mangó aporta al cuerpo sobre 20 vitaminas y minerales, especialmente vitaminas A y C, y su alto contenido de fibra, ayuda a aquellos que sufren de estreñimiento crónico.

Los Talcotts descubrieron que las células que están a punto de mutar o están dañadas se mantienen saludables como consecuencia de los polifenoles presentes en el mangó.

A las entre cinco y 13 porciones de frutas y vegetales que los nutricionistas recomiendan se consuman diariamente para mantener el cuerpo en óptimas condiciones, debería añadirse la ingesta de un mangó al día como parte de una dieta balanceada.

Los científicos están ahora analizando la habilidad del mangó de modular la glucosa y los lípidos, así como el posible impacto de la fruta en la densidad de los huesos.

Aunque el mangó es una fruta antigua muy consumida en muchas partes del mundo, poco se sabe acerca de sus aspectos sobre la salud. Para eso, la Junta Nacional del Mango encargó una serie de estudios conducidos por varios científicos de los Estados Unidos para ayudar a determinar su valor nutricional.

El mangó tiene cerca de cuatro a cinco veces menos capacidad antioxidante que una uva, sin embargo, es muy efectivo en la actividad contra el cáncer. “Si se mira desde el punto de vista fisiológico y nutricional, el mangó debe ser considerado como un súper alimento”, dijo Talcott.

El mangó también mostró tener algunos efectos benignos contra el cáncer del pulmón, la leucemia y el cáncer de próstata, pero fue mucho más efectivo contra las formas más comunes de cáncer del seno y cáncer de colon. "Hemos encontrado que las células normales no sufrieron daños, por lo que -obviamente- el mangó no es dañino en el cuerpo", dijo.

"Esa es una observación de carácter general para cualquier agente natural, que ataca a las células cancerosas sin afectar a las células sanas, por lo menos en concentraciones razonables”, recalcó.

El estudio encontró que el ciclo celular, que es la división por la que pasan las células, fue interrumpido. Esta información es crucial, según Suzanne Talcott, porque indica un posible mecanismo de cómo las células cancerosas pueden ser detenidas o interrumpir su crecimiento y propagación. "Para aquellas células que pueden estar a punto de mutar o ser dañadas, los polifenoles del mangó pueden prevenir este tipo de daño," dijo.

Arbol de mangóLos Talcotts esperan realizar un pequeño ensayo clínico con individuos que tienen una mayor inflamación en sus intestinos, por tanto, un mayor riesgo de cáncer. "A partir de ahí, si hay alguna eficacia probada, entonces nos embarcaríamos en un ensayo a gran escala para ver si hay alguna relevancia clínica detrás del mangó y el cáncer", sentenció Talcott.

Según la Junta Nacional del Mango, con sede en Winter Park, Florida, la mayoría de los mangóes consumidos en los Estados Unidos se producen en México, Ecuador, Perú, Brasil, Guatemala y Haití.

En Puerto Rico hay alrededor de dos mil 700 cuerdas en huertos organizados de variedades comerciales. De las variedades criollas la que se considera superior es la mayagüezana.

El mangó mayagüezano, que se encuentra abundantemente en la zona oeste de la Isla, es la mejor de todas las variedades criollas con fibras. El de Mayagüez, es de pulpa amarillo intenso, sabor agradable, dulce y fibroso, es pequeño y tiene forma de corazón.

En Puerto Rico se ha cultivado el mangó desde 1750 aproximadamente. Actualmente se exporta con mucho éxito y aceptación hacia los Estados Unidos donde se aprecia su gran sabor y aroma.

La producción de mangó en Puerto Rico se estima en unos 50 millones de frutas de árboles espontáneos diseminados a lo largo de las carreteras y fincas. Eso es sin contar los que producen los árboles en los patios de miles de casas alrededor de la isla.