“Una obra de arte” la Casa Pilar Defilló

“Una obra de arte” la Casa Pilar DefillóTrece años y un millón 300 mil dólares ha requerido la restauración y rehabilitación de la Casa Defilló, donde vivió la madre del afamado violonchelista catalán Pablo Casals, que ubica en el número 21 de la calle Méndez Vigo en Mayagüez.

La viuda del Maestro, Marta Casals Istomin, quien hizo un recorrido por el espacio donde casualmente también vivió su madre de niña, admite que la casa recién restaurada, “es un monumento, no solo a Doña Pilar, sino a Mayagüez”.

“Yo creo que esto es casi milagroso. No tan solo por lo que habría significado para el Maestro, sino porque es una obra de arte. Ha sido hecha con tanta minuciosidad, con tanta responsabilidad, con tanta investigación, con tanto cariño y ha quedado preciosa”, dijo a mayaguezsabeamango.com.

Era la primera vez en décadas, que Casals Istomin entraba a la casa, que fue adquirida por el Municipio de Mayagüez, para convertirla en un museo desde donde se crearán redes de colaboración para la proyección internacional y la consolidación de proyectos y estrategias culturales relacionadas con la figura de Pablo Casals en Puerto Rico, Cataluña y Francia, como dispone un acuerdo de colaboración firmado recientemente con la Fundación Pau Casals.

Dos madres y una casa

“Estoy bien impresionada con todo esto. Esto está bellísimo”, dijo Casals Istomin al terminar la visita.

Recordó que la primera vez que visitó la casa fue en 1955. “Luego estuve dos o tres veces más, pero hacía muchos años. Por fuera sí que la he visto. Cada vez que vengo a Mayagüez damos la vueltecita a ver dónde está la placa y cómo está la casa porque, naturalmente, fue tan importante para el Maestro y fue tan importante para mí al llegar a Puerto Rico. Tener esa gran emoción de ver la casa de su madre la cual le hablaba durante tantos años en su niñez y veía el mar, veía las palmas y los árboles de mangó por descripción de su mamá”, dijo conmovida la también violonchelista.

“Mi abuela y mi mamá vivieron en esta casa”, recordó Casals Istomin. “Estuvieron aquí un par de años hasta que el abuelo se fue a San Juan”.

“Una obra de arte” la Casa Pilar DefillóSin embargo, ni ella ni su marido lo supieron hasta que su padre se lo dijo luego que el Maestro ofreciera un concierto en honor de Doña Pilar en su segunda visita a Puerto Rico en 1956. “Cuando el Maestro se enteró dijo: Cómo es posible, no sabe Dios las sorpresas que nos trae este mundo”.

Pilar Defilló: la mayor influencia de Pablo Casals

Doña Marta confirmó a mayaguezsabeamango.com la devoción que sentía el músico por su madre quien hizo lo indecible por sacar a sus hijos adelante, particularmente a Pau.

“Ella fue la primera que reconoció, a pesar de que su marido era el músico, el verdadero talento de su hijo. Lo mandaron a Barcelona a estudiar para que pudiera ser el mejor músico posible cuando la madre vio como él progresaba, y cuando veía que los músicos como (Isaac) Albéniz y otros decían, pero este niño vamos a mandarlo a Madrid, vamos a mandarlo a unos centros mejores. El papá decía: hay no, que la vida del músico es muy sacrificada”, apuntó.

Contó que doña Pilar, junto a sus dos niños pequeños, viajó a Barcelona, Madrid y París y hasta consiguió una beca de la Reina María Cristina para que Pablo pudiera estudiar en las mejores escuelas.

“El Maestro siempre, siempre tuvo ese apoyo. Doña Pilar fue la mayor influencia en toda su vida”, insistió.

Su viuda atestigua que Casals, quien además de un gran músico y compositor también se destacó por su activismo en la defensa de la paz, la democracia, la libertad y los derechos humanos, que le valieron prestigiosas condecoraciones como la Medalla de la Paz de la ONU y ser nominado al Premio Nobel de la Paz, aprendió de su madre esos valores.

De hecho, el músico se negó a tocar en público en su España natal en protesta por el régimen represor del dictador Francisco Franco y se exilió en Francia antes de llegar a Puerto Rico donde murió en 1973.

Es obvio que el Maestro nunca olvidó las historias de su madre, quien le contaría cómo su abuelo, el joyero catalán, José Defilló había pertenecido a la secreta Sociedad Abolicionista que dirigía el padre de la patria, Ramón Emeterio Betances, y amigo de la familia.

“No tan solo eso. El maestro se acordaba que sus tíos habían pasado por sacrificios. Habían pasado el componte un par de sus tíos. O sea que ya ellos, los Defilló, sabían lo que era la opresión. El Maestro desde pequeño sabía todas estas historias y era parte de su educación. De dónde venimos, a dónde vamos, qué es lo que tenemos que buscar en la vida. La libertad, la espiritualidad, la igualdad, el enaltecimiento del espíritu de todo el mundo”, apuntó.

“Una obra de arte” la Casa Pilar DefillóDon Pablo también supo por su madre, que en esa casa de la calle Méndez Vigo, como en muchas de las casas de las familias acomodadas de las colonias, se conspiraba y se debatían ideas de avanzada y de justicia social. Sabía que Betances y Ruiz Belvis habían practicado la manumisión de niños esclavos, al comprarlos y bautizarlos en la pila de la Iglesia de la Candelaria, en una ceremonia que llamaban “aguas de libertad”, para hacerlos libres en tiempos de esclavitud, lucha nacionalista, antiesclavista y de fermento revolucionario.

“Cuando él descubrió todas esas cosas todavía fue más grande el amor y más grande la admiración por los puertorriqueños y lo que habían significado. Él ya sabía que Puerto Rico tenía una gran cultura, además cultura musical, cultura de toda clase. Es un pueblo que ha sido siempre amante de la cultura y un pueblo que siempre ha querido mejorarse, y eso es lo que él siempre decía”, recordó.

Las trenzas de Pilar

El joven Pablo conocía de primera mano los sacrificios económicos y de todo tipo que hizo su madre para darle la educación que le encumbró como artista de renombre internacional y pacifista. Pero hubo una en particular que no dejaba lugar a dudas de hasta donde era capaz de llegar para ayudarle.

Vivían en París y el músico tenía que caminar tres kilómetros desde las afueras de la ciudad para ir a clases de día y tocar de noche. “Un día se enfermó, no tenían dinero, el necesitaba medicinas, estaban los (hermanos) chiquitos y el padre les enviaba dinero, pero un día se encontraron sin dinero para la medicina que él necesitaba y ella llegó. El Maestro la miró: Mamá por qué te cortaste el pelo, que le llegaba a la cintura y que según recuerda él, ella lo peinaba todas las noches, y ella le dijo: Nada, que lo corté. Ese fue uno de los momentos que el Maestro realizó, lo que es una madre y el sacrificio tan grande de buscar vender su cabello para poder darle lo que el necesitaba”, recordó emocionada.

Restauración y rehabilitación

Fue el arquitecto mayagüezano José Muñoz quien diseñó la restauración y rehabilitación de la estructura del siglo 19 que en realidad son dos casas en una. “Son lo que se conoce como casas gemelas, lo que ahora llaman dúplex o casas siamesas. Una era el espejo de la otra”, reiteró Muñoz.

Muñoz explicó que en la intervención arquitectónica “se hizo una diferenciación didáctica”, de modo que cuando la persona entre pueda reconocer fácilmente cuales son los elementos históricos originales y cuáles son los elementos no históricos que han sido insertados en el edificio por su programación.

Las casas, que nunca fueron de la misma familia, se encontraron en condiciones distintas. Una de ellas estaba conservada en casi un 90% por lo que básicamente se reparó y se restauró. Mientras la Casa Defilló, donde nació doña Pilar, había sido destruida casi en su totalidad. En su interior, donde quedaba menos del 30% de material histórico original, se hizo una rehabilitación.

El contrato de construcción duró 13 meses, entre otras cosas, porque se toparon con condiciones no previstas. “Cuando se empieza la demolición hay cosas que no se pueden prever y cuando empiezas a remover el material es que te das cuenta de que los cimientos no son como tu creías o las paredes no son como tu creías o no pueden aguantar el peso que tu creías y tú tienes que hacer enmiendas al plano mientras estás trabajando”. Esos imprevistos no alteraron la fecha de entrega de la misma, que según el arquitecto está lista en un 95%.

“Una obra de arte” la Casa Pilar DefillóMaterial reciclado

La restauración y rehabilitación del inmueble requirió que se identificaran recursos para la expropiación y documentación del trabajo, así como el análisis histórico. Hacer el plano tomó un año, “pero yo llevaba diez años tratando de salvar esta casa, y estoy completamente satisfecho”, acotó Muñoz.

Cuatro de los 13 meses que duró el proyecto se destinaron a la mitigación ambiental, remoción de plomo y la disposición de los residuos.

Aunque se removió el segundo piso que se añadió a la estructura en el año 1928, “porque no era cónsono con el diseño original”, y se eliminó la escalera de hormigón que daba acceso a esa vivienda, se conservaron los pisos de mármol puertorriqueño y de cemento hidráulico, que aunque no son los originales se estima que tienen unos 80 años.

De hecho, todo lo que se podía utilizar se conservó para ser integrado al nuevo diseño. Es el caso de las losas del segundo piso que el contratista “los sacó, los limpió, los restauró, los catalogó, los devastó y los volvió a instalar aquí abajo con una configuración diferente. En realidad son pisos reciclados y se les cambió la geometría”.

“La idea es que usted entre por el zaguán y sienta los espacios como eran en el siglo 19. Techos altos y plafones de madera”. También se reprodujeron las molduras, puertas y ventanas.

“Sacamos pieza por pieza, se documentó cada pieza y se reprodujo idéntica. Es una reproducción pero todo está documentado para tratar de conservar la integridad histórica de la edificación. Aquí no ha habido especulación”, aclaró.

El color distingue lo viejo y lo nuevo

La codificación cromática que se ha utilizado en la edificación hace posible distinguir lo que es original de aquello que es nuevo. “Lo histórico es policromático y lo nuevo es monocromático”. Las paredes y los pisos nuevos son grises y lo que tiene color es lo original.

 La casa “tipo martillo”, con una entrada por el frente y una entrada por la cocina que estaba siempre al final, con patio lateral, típico de las edificaciones mayagüezanas, ahora alberga una sala de exposiciones, oficinas, un salón de música o conferencias, un traspatio con vegetación y una plazoleta multiusos.

“Una obra de arte” la Casa Pilar DefillóEn el nuevo espacio se han instalado elementos museográficos y tragaluces telescópicos para minimizar el uso energético. La disposición de las luces se ha diseñado hacia arriba para que destaquen los plafones.

En la pared histórica solo se hizo una demolición para crear el umbral que separa los dos espacios. “Era inevitable conectar las casas y entonces se trató de buscar el punto que menos afectara la integridad histórica de la casa. Básicamente se pone un marco de granito, que nos permite pasar del siglo 19 al siglo 21”.

“Yo solo espero que sea apreciado por la comunidad, que haya un espíritu colectivo de conservación, que la cuiden y que sea un ejemplo para seguir pa’lante, porque en Mayagüez tenemos unas 30 o 40 casas como esta. Que esto sea sencillamente probar que sí se puede”, señaló el arquitecto.

Por cierto, el árbol de mangó del que tanto le habló Pilar a su hijo Pablo, y que según Muñoz, destruyó los cimientos de la casa, se ha sustituido por un árbol de Moca. Nativo de las Antillas, el árbol florece en verano y en invierno, y fructifica durante la segunda mitad del año. Su nombre significa sin armas, aparentemente en referencia a la ausencia de espinas.

Doña Marta confía que tras la apertura del Museo Casa Defilló el espacio se convierta “en un lugar donde se harán cosas para elevar el espíritu, para recordar todos estos ideales de paz, hermandad y libertad, amor a la música y amor a las cosas buenas del espíritu”.

“Yo sé que eso es lo que representa esta casa para mí y yo sé que eso es lo que representará para Mayagüez por muchos años”, concluyó.