Españolismo versus “separatismo” en la masonería puertorriqueña: la Logia Borinquen, Núm. 81 de Mayagüez (1889-1897)

Uno de los historiadores ya clásicos de Puerto Rico, Salvador Brau, señala, refiriéndose al periódico El Eco, editado en 1822 en la imprenta Fraternidad, que la misma “no era extraña a las influencias de la francmasonería, preponderante en España y cuyos talleres funcionaban en la isla desde el anterior período liberal”. Esta afirmación es difícil de sostener, al menos en lo tocante a España, a la luz de las más recientes investigaciones.

Habrá que esperar a finales de la década de 1860 para que se vuelva a tocar el tema de las sociedades secretas, no necesariamente masónicas, y, en esta ocasión, vinculadas a la labor independentista de Ramón Emeterio Betances, que, exiliado en 1867 en Santo Domingo, trataba de fomentar un levantamiento armado contra la metrópoli, que, en efecto, tuvo lugar en Lares el 23 de septiembre de 1868, y que si bien no triunfó, tampoco fue duramente reprimido, dado que la victoria de la “Gloriosa” en España dio un giro notable a los acontecimientos, “las cárceles se abrieron, y los condenados a muerte, indultados primero, obtuvieron meses después amplia amnistía”.

Por otra parte, el Diccionario Enciclopédico de la Masonería de Frau y Anís da la fecha de 1871 como el año en que se introdujo la masonería en Puerto Rico. Pero este dato no parece ser cierto, puesto que, en 1867, ya se había erigido Estrella de Luquillo, núm. 17, bajo la obediencia de la Gran Logia de Colón (Cuba), según otras fuentes.

Ahora bien, tenemos la impresión de que la masonería empieza a consolidarse en Puerto Rico a partir de la década de 1880. Durante esta etapa al menos el Grande Oriente Nacional de España cuenta con varios talleres, además, en 1883, según Ferrer Benimeli, se fundó en Mayagüez la Gran Logia Simbólica de Puerto Rico, que, quizá, pudiera tratarse de la Gran Logia Soberana, creada, sin embargo, el 20 de septiembre de 1885.

Por otro lado, el Grande Oriente Español, constituido en firme en la primavera de 1889, también tuvo logias en Puerto Rico, y, precisamente, vamos a escribir algo sobre ellas, particularmente sobre Borinquen, núm. 81, de Mayagüez.

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* Este trabajo fue presentado en el II Congreso sobre la Masonería, organizado por la Academia Brasileña Masónica de Letras de Río de Janeiro (20-23 de marzo de 1983). Fue publicado en el Boletín Millares Carlo, Nº. 7-8, 1985, págs. 199-228. El Boletín Millares Carlo es una publicación anual del Seminario de Humanidades Agustín Millares Carlo, del Centro Asociado de la Universidad Nacional de Educación a Distancia de Las Palmas de Gran Canaria.